24 abr 2022

Biblioteca Juan Muñoz y escultura M. de Cervantes
(Parque Municipal)

 

4 BÉJAR -CORREDERA Y PUENTE ÁVILA. (Error tipográfico)

Tarjeta postal con error en el título ya que en vez de poner Puerta de Ávila pone Puente de Ávila.

Tazas y chocolates.


Juegos de taza y plato del Casino Industrial y Café Progreso y tabletas de chocolate de de diferentes fábricas bejaranas. Hijo de Mateo García, Ignacio Hernández, Rafael Calzada e Hijos de Nicolás González, (El Galeón y Economato de la industria textil). Gracias a Charo Reboreda y Mariano Hernández por los juegos de tazas.
Puedes verlo en CAFÉ BAR EL MURALLÓN.
 

NIC El Cine de nuestros abuelos.

Cartel anunciador

 Nic El Cine de Nuestros Abuelos, es un sumergirse dentro de los orígenes del cine infantil. Abre sus puertas como exposición temporal por primera vez en el Palacio de los Águila de Ciudad Rodrigo de la mano de los Centros de Estudios Mirobrigense y Bejarano, con más de 10.000 visitas en apenas cuatro meses. Asombrando y haciendo recordar a sus visitantes la simpleza de este sistema de proyección.

Inauguración

Inauguración Ciudad Rodrigo. El alcalde Marcos Iglesias Josefa Montero Presidenta del Centro de Estudios Bejaranos, Antonio Sánchez y Beatriz Jorge concejala de cultura

Invitación

INGENIOS PARA DETENER EL TIEMPO. (Cámara Oscura) Béjar


INGENIOS PARA DETENER EL TIEMPO, es una parte de la exposición De AluCine, perteneciente al Archivo Fotográfico y Documental de Béjar, junto con Nic El cine de nuestros abuelos.  Se puede visitar en la Cámara Oscura en Béjar concretamente en el Torreón de las Cadenas en el Palacio Ducal, Plaza Mayor de Maldonado. 
Se pretende con ella familiarizar al visitante con el origen y evolución de la fotografía mostrando procedimientos y aparatos fotográficos, además de estereoscopia y linternas mágicas y proyectores.

22 abr 2022

La Tarjeta postal ilustrada en Béjar II Juan José Antúnez y Antonio Sánchez

Cubierta libro

Antonio Sánchez Sánchez y Juan José Antúnez Muñoz de la Peña (JAM-BÉJAR) son los autores de La Tarjeta postal ilustrada en Béjar II, publicada por el Archivo Fotográfico y Documental de Béjar. Se nos presentan un total de doscientas cincuenta y ocho tarjetas postales de temática bejarana distribuidas en ciento noventa y dos páginas. Cada una de las imágenes va acompañada de un texto explicativo a pie de fotografía en el que se recoge, siempre que es posible: el autor de la instantánea, su fecha exacta o probable, una pequeña descripción de ubicación o puntos de referencia que permiten localizarla y, muchas veces, una mención a qué edificios o parajes ocupan en la actualidad los espacios retratados. 

El libro viene precedido de una presentación de Antonio Sánchez y un prólogo de Yolanda Izard, además de una introducción de Juan José Antúnez con un recorrido por la historia de la tarjeta postal. Se estructura en nueve capítulos en los que los autores agrupan por temáticas, postales de la ciudad textil: Panorámicas, Urbanas, El Parque, El río y la cuenca industrial, La Sierra, Alrededores, El Castañar y El Bosque. Completa la publicación con una miscelánea de imágenes (cap. 8) y un apéndice en el que están incluidas varias tarjetas que no pudieron ver la luz, por diversas razones, en La Tarjeta postal ilustrada I. Finalmente, un glosario de cartofilia facilita al lector el seguimiento del texto.   

Antonio Sánchez, miembro destacado del Centro de Estudios Bejaranos y Juan José Antúnez, ambos coleccionistas y estudiosos del universo gráfico de la Villa Ducal, desde hace varias décadas, cierran, por el momento, una larga trayectoria recopiladora e investigadora que se ha traducido en una amplia bibliografía con la publicación de numerosos artículos, en revistas tanto científicas como divulgativas y varios libros centrados en la fotografía y en la postal bejarana, siendo esta La Tarjeta postal II, como acabamos de apuntar, la segunda parte de un volumen anterior publicado en 2017.   

La obra, maquetada por el propio Antonio Sánchez, presenta una cuidadísima edición que convierte el libro en un ejemplar atractivo ya desde la misma portada (su autoría es de Óscar Rivadeneyra) por la calidad material y el detalle cuidado de su tirada.

El libro es, por su propia naturaleza, un compendio pensado primariamente para ser disfrutado con la vista que, sin duda, seducirá a bejaranos y salmantinos, permitiéndoles en muchos casos viajar a su propio pasado inmediato. Pero más allá de ello, la publicación debe ser valorada asimismo por su indudable interés histórico. Sánchez y Antúnez actúan con una metodología cercana a la de los arqueólogos, pues su quehacer se orienta, primero, a la recuperación de restos materiales, gráficos en este caso, tras una búsqueda casi siempre intensa y en absoluto fácil; a su divulgación; y, sobre todo, finalmente, a su interpretación. En este sentido, como alguna vez se ha escrito, las postales que los autores recuperan son objetos, en principio, intrascendentes y efímeros, pero una vez analizadas por ellos, pasan a ser piezas de excepcional valor histórico en tanto que, muy bien contextualizadas, permiten la reconstrucción del ayer bejarano, al ser testimonio no solo de la vida cotidiana de la ciudad o las modas de sus gentes, sino de su propia estructura en aspectos tales como el desarrollo urbano y urbanístico, su médula textil y su auge y decadencia, la vida material, los contrastes sociales y modos de vida de burguesía y obreros, o los rostros de algunos de sus ciudadanos ilustres o populares, por citar solo algunas posibilidades. De este modo, las imágenes presentadas en el texto tienen un valor no solo meramente iconográfico o descriptivo, sino que asumen asimismo un punto de vista iconológico o interpretativo, que confiere al perceptivo un valor añadido como documento histórico.  

La esmerada publicación de Antonio Sánchez y Juan José Antúnez, en definitiva, es no solo una agradabilísima y excelente recopilación de láminas de por sí muy atractivas desde la nostalgia o incluso la mera curiosidad del lector bejarano, sino que, con su libro, los autores consiguen también actuar como auténticos notarios de la evolución de la villa ducal y, por tanto, como guardianes de su memoria colectiva. El libro, además, contribuye a domocratizar la difusión de la historia de Béjar, poniéndola al alcance de sus habitantes a través de sus ojos.

Es por ello que La Tarjeta postal ilustrada de Béjar II es, hoy, junto a su predecesor, el vol. I del mismo título, un referente insoslayable para todo aquel que se acerque a la ciudad de Béjar, tanto desde el sentimiento como ciudadano como desde el interés histórico del investigador. En definitiva, Sánchez y Antúnez nos ofrecen un libro imprescindible que cualquier salmantino debe tener en su biblioteca.   

 

Emiliano Zarza Sánchez

Centro de Estudios Bejaranos


La Tarjeta Postal Ilustrada en Béjar.


Pocas son las ciudades que poseen un patrimonio tan cuantioso como Béjar en lo concerniente a la tarjeta postal objeto efímero, creado para usar y tirar que en los últimos años han encontrado el hueco que les corresponde en las instituciones públicas y privadas a través de archivos, bibliotecas, museos y otros centros culturales.

Este libro pretende introducir al lector en un paseo visual que recorre más de 300 imágenes impresas en tarjetas postales ilustradas de Béjar, correspondientes al primer tercio del siglo pasado, que más allá del puro gozo estético que pueda producir en el lector es útil para poner de relieve que esta modalidad epistolar se vuelve hoy un instrumento de gran alcance para el escrutinio iconográfico bejarano, ya que permite catalogar edificios, monumentos, negocios y oficios dentro del paisaje y el paisanaje de la ciudad, sin dejar escapar los extramuros de la propia imagen esto es, el conocimiento de los fotógrafos locales y foráneos, editores e impresores.

Desde su aparición a mediados del siglo XIX, la tarjeta postal se configuró como un medio de comunicación y difusión que, a más de los propios mensajes del emisor, añadía el valor de las imágenes de culturas, paisajes, ciudades, monumentos, escenas o todo aquello que se pudiera contemplar en cualquiera de ellas.

A lo largo de los capítulos de este libro el lector encontrará una visita guiada y comentada al imaginario visual bejarano de hace un siglo, que además del interés intrínseco de lo representado en las imágenes le aporta un ameno estudio y valoración de la fotografía y la sociedad, desde el punto de vista gráfico e histórico.

Sirve el libro también como guía de referencia para el coleccionista cartófilo que quiera identificar, cotejar y clasificar unos materiales hasta ahora dispersos, que le serán de ayuda en la investigación sociológica, ya que le otorga un acercamiento a los entornos sociales bejaranos, en ocasiones con un mensaje no solo visual, sino también manuscrito, claro, conciso y, probablemente, melancólico.

La tarjeta postal impresa, como las que esta colección presenta, ha sido durante siglo y medio el antecedente impreso y ahora ya crepuscular de la que con mínimas alteraciones continúa llegando a nuestros buzones, ahora electrónicos, mucho más efímera y menos personal.