Coñones: Término utilizado en Béjar para designar al grupo individuos, a los que les gusta divertirse a costa de gastar bromas a los demás. El sábado descubrí que esa especie todavía perdura y no sólo en Béjar. Quedé esa mañana, con un bejarano a tomar un café en la plaza de Santa Ana en Madrid. El lugar elegido fue la Cervecería Alemana, lugar de solera y tradición en la capital. Por cierto junto a nosotros un rato más tarde estaba el Cantante canario Caco Senante, pero sin plato de “Mojo picón”
Entre otros, el motivo era interesarnos por uno de los manuscritos de la “Crónica burlesca del Emperador Carlos V” de Francés de Zúñiga, que se iba a vender en el hotel Miguel Ángel. Al final fue adquirido antes de llegar a la feria, por una cantidad indecentemente elevada.
Cuando llegué a la cervecería este paisano (Coñón) ya había llegado. Pedí un café y me distrajeron con unas fotos de la pared de toreros legendarios. Al regresar a la barra comenzó el coñeo. Que si quería plato, que si tenía las gafas mal graduadas, que si veía bien. Dioptrías arriba y abajo. Pensé que el camarero había perdido la cabeza. Volví a coger mi taza para seguir disfrutando de mi café cuando observé que en el plato ponía Café Bar Progreso como el del cine progreso de Béjar y… EUREKA era un plato del café Progreso de nuestra ciudad. Porcelana que ha durado casi 100 años. Se coñearon un rato de mí, pero no recuerdo café que más disfrutara. ¡Ni Juan Valdés ni Nescafé ni leches!
P.D: Me encanta que se coñeen así de mí. Sobre todo porque ese coñón me regaló el plato, de no haber sido así me hubiese coñeado yo mangando el plato.