Propuesta para una escapada
La primera toma de contacto en esta escapada a Béjar es en El Bosque.
El camino hasta la entrada discurre entre naves industriales y una alta y bien conservada tapia de piedra.
Con rapidez y destreza, empiezan a darnos detalles de El Bosque y de la vida de nuestros duques. Don Álvaro, don Francisco, doña Guiomar, doña Brianda, don Alonso, don Manuel, doña María Josefa y don Mariano, gracias a su oratoria, van pasando por delante de nosotros. ¡Qué curiosidades nos cuentan de don Mariano Téllez de Girón! Cuando don Mariano, en su palacio de San Petersburgo, estaba a punto de ordenar que arrojaran una vajilla de oro al río Neva, se acerca la persona que se encarga de que El Bosque esté tan bien cuidado.
Nos enseñan sus fuentes, prados, jardines, estanques, exedras… un paseo inolvidable contado con todo detalle. ¡Gracias!
El encargado de El Bosque se queda con su tejo, sus secuoyas, sus castaños… y nosotros partimos para dirigirnos a la Plaza Mayor de Maldonado donde nos esperan.
Nos acompañan a un edificio de la calle Mayor de Pardiñas. Nos comentan que durante una reforma, al picar en la pared del hueco de la escalera, se encuentran con un habitáculo que había servido de escondite a una persona, que por ideales políticos contrarios, tiene que pasar dos años allí dentro. El escondite se puede ver tras un cristal que han instalado. Allí dentro conservan los objetos que encuentran, entre ellos, una silla, una lámpara de carburo, pucheros, documentos, medicinas… y una imagen de la Virgen de los Siete Puñales dibujada con esmalte para las uñas. ¡Gracias!
Seguimos camino hasta el Museo Municipal de Escultura “Mateo Hernández”.
Tras una breve explicación de la iglesia de San Gil y del hospital que albergó, de la torre con la campana de Villa y Tierra, de la Virgen de la Buena Leche, de la cruz que recuerda el anterior uso religioso y de los escudos de Carvajal y de Zúñiga como cofundadoras del antiguo hospital, entramos en el Museo donde admiramos las obras que allí se encuentran. En el ábside de la iglesia de San Gil contemplamos su retablo y la escultura de Mateo Hernández, “Autorretrato Sedente”, que le custodia. Con brevedad recordamos la vida de San Gil y las peripecias que sufre la obra de Mateo allí expuesta. A la persona encargada del Museo, ¡gracias!
Retornamos a la Plaza Mayor.
El Palacio Ducal conserva dos torreones en la fachada de la Plaza Mayor: el del Mirador y el de las Cadenas. Este último sufre un derrumbamiento producido por un incendio la noche del 19 de junio de 1738, y como consecuencia le refuerzan dándole la forma poligonal que tiene.
Desde enero de este año, en el torreón de las Cadenas se encuentra instalada una cámara oscura. La persona encargada de este interesante artilugio, en una pantalla circular, nos muestra Béjar por sus cuatro costados. Las imágenes y sus interesantes explicaciones sirven para que las personas que no habían estado antes en nuestra ciudad puedan hacerse una pequeña idea de ella y de su entorno. ¡Gracias!
Todos juntos marchamos por la calle Mayor hasta llegar al Casino Obrero. Todo un acierto este nuevo enfoque. ¡Enhorabuena!
Nos acercamos a la calle Nogalera, donde nos esperan para recorrer el Paseo Fluvial y ver el Cedro Centenario.
El Paseo discurre a lo largo de la orilla derecha del río Cuerpo de Hombre, por un camino construido por encima de la tubería que recoge las aguas sucias de la población y de las industrias ubicadas en sus márgenes. Dichas aguas son tratadas en una depuradora situada a las afueras de la población.
En el paseo se ven edificios de fábricas textiles, algunos se encuentran vacíos o destinados a diferentes actividades. El camino es muy agradable pues la mayoría del tiempo te acompaña el ruido que hace el agua al saltar las rocas de su lecho. Pudimos ver que los senderos de la conocida por Ladera Umbría disponen de fuertes barandillas de madera para poder andar por ellos con seguridad. Pasamos junto al futuro Museo Textil, que será un atractivo más para visitar nuestra Ciudad, como también lo es éste Paseo Fluvial.
El siguiente lugar que vamos a visitar se encuentra a otro lado de Béjar y el camino más corto es cruzar por el túnel del ferrocarril. En el puente metálico sobre el río Cuerpo de Hombre es buen lugar para recordar a Monsieur Papau y su enorme gabán. Salimos por la boca Astorga a la antigua estación ferroviaria.
Ya en la estación vemos los diferentes elementos ferroviarios que se conservan. Los antiguos almacenes con los correspondientes topes; los dos edificios principales que dependen del Ayuntamiento, de los cuales, uno alberga una sala con ordenadores y otro una bolera, formando parte del Centro de Ocio Juvenil; el surtidor de agua para llenar el haz tubular de las calderas de las locomotoras, las vías, los cambios de agujas, una construcción de piedra que facilitaba la carga de ovejas en los vagones, etc.
A lo largo del trayecto, nos siguieron señalando detalles del trazado ferroviario, como el de los postes telegráficos que son metálicos en su parte inferior para que no se quemaran con los trozos de carbón que pudieran salir ardiendo de las calderas, un engrasador de ruedas instalado en la vía, las placas que están clavadas en las traviesas en las que se indica el año de su instalación, las señales donde el trazado de la vía pierde la rectitud e inicia una curva, los pasos que utilizan los animales en su camino para cruzar la vía, etc.
Las explicaciones amenizan el trayecto hasta llegar a la finca La Francesa. Los dueños y guardeses suelen dejar entrar en la finca para, de cerca, poder observar y admirar el magnífico árbol.
El camino de regreso, entre cuidados y verdes pardos, nos lleva a la finca donde se encuentran las ruinas de la ermita dedicada a Santa Marina. Según la tradición, de ella parten los soldados, que cubiertos con musgo, esperan camuflados entre las rocas junto a una de las puertas de la muralla, para que una vez abierta, poder reconquistar Béjar. Dicha puerta se conocerá por Puerta de la Traición. Se destruye en 1916.
El ancho camino sigue entre castaños y prados hasta conducirnos al paraje de Santa Ana. Se conserva la fuente de piedra que preside el paraje y la ermita donde se veneraba a San Gregorio. A nuestros acompañantes, ¡gracias!
BEJAR EN MADRID. Publicado en abril de 2011. Propuestas para una escapada. JAM-BÉJAR.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Interesante propuesta, un "grand tour" a Béjar.
ResponderEliminarSaludos.
Cierto es que tenemos un importante potencial turistico en los alrededores. Pero los que vivimos aquí apenas lo apreciamos.
ResponderEliminarGracias por la propuesta,como dice Juan Carlos "un grand tou". Muy interesantes los textos que desde hace unos días acompañan a las imágenes.