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6 dic 2011

Tarjeta postal ilustrada de Béjar



Marca sin catalogar de Béjar. Año 1738

Cada vez disfrutamos más con el conocimiento del pasado de nuestras ciudades, por lo que no es de extrañar que en establecimientos comerciales utilicen fotografías y tarjetas postales ilustradas antiguas para su decoración, algunos llegan a ser verdaderas galerías de exposiciones. Participando también de ese interés por el pasado, pretendo en este artículo, introducirme en el mundillo de las tarjetas postales ilustradas de nuestra Ciudad.


Con antelación a 1880, el escrito no se introducía dentro de un sobre como se hace en la actualidad, simplemente, se doblaba de forma conveniente y se fijaba con un trozo de papel engomado o una oblea humedecida.

Hasta la implantación del actual sistema de franquear, el servicio de correos marcaba en los envíos la cantidad que debía de abonar el destinatario, por ejemplo: 1R. Además de esta marca, estampillaban otra que indicaba el lugar del origen del envío. En Béjar, de 1806 a 1842, dispuesto en dos o tres líneas, con el texto: VEJAR CASTILLA LA VIEJA; de 1843 a 1854, escrito en círculo y con la fecha en el centro: BEJAR CAST. LA V. y con posterioridad a 1854, utilizaron: BEJAR SALAMANCA escrito en un círculo y la fecha también en el centro. Esta última marca se empieza a emplear como matasellos en el año 1859.




Primera marca catalogada de Béjar. Año 1797.

En el Reino Unido aparece l sello adhesivo en el año 1840, lleva estampado el perfil de la reina Victoria y su valor es de 1 penique. España es el décimo país en adoptar este nuevo sistema, poniendo en circulación, el 1 de enero de 1850, un sello con el busto de la reina Isabel II; el matasellos que se utiliza es el conocido de “pata de araña”, en el que no se puede impregnar de tinta la zona central y como consecuencia no se mancha la cara de la Reina.



Carta de 1850, primer año que se utiliza el sello en España. Matasellos de Pata de araña y marca utilizada en Béjar de 1843 a 1854.


En Béjar, se hacen matasellos para conmemorar la Exposición Filatélica - I Centenario que se realizó en el Casino Obrero, en 1982 y para el centenario de la llegada del ferrocarril a Béjar, en 1994. (La locomotora - balastera “Zamora” llegó a Béjar por primera vez, el 14 de febrero de 1894, siendo el 21 de junio de 1896 el día de la inauguración oficial de la línea Plasencia –Astorga).












 








Matasellos para la Exposición Filatélica del Casino Obrero. Años 1982 y 1987


 







 Matasellos para conmemorar en 1994 los cien años del ferrocarril en Béjar

Sin valor postal y para promocionar turísticamente a Béjar, se realizan a finales de 1950, diversos sellos para colocarlos junto a los utilizados en el franqueo, con lemas como: Clima de altura, Visítela y quedará complacido, La perla de Castilla, Industrial y laboriosa, Bellos paisajes, Hospedaje confortable, Entre Castilla y Extremadura, Centro veraniego o Deporte alpino.





















Sellos sin valor postal para fomentar el turismo en Béjar


En el año 1869, en Austria comienzan a circular unas cartulinas que llevan impreso el franqueo, la invención se le atribuye al catedrático de economía Herrmann, posteriormente, se conocieron por “entero postales”. La normativa estipulaba no utilizar más de veinte palabras para poder escribir la dirección. Un año más tarde, en Alemania, se empiezan a imprimir ilustraciones en las tarjetas. En España, una real orden fechada en 1871, aprueba la utilización de dichas tarjetas, indicando las normas que deben de cumplir para su puesta en circulación. Tienen gran aceptación, ya que reduce bastante el importe del franqueo.

La Fábrica Nacional de Moneda y Timbre, en el año 1873, edita unas tarjetas que llevan impreso un sello de 5 cts. y prohíbe la circulación de tarjetas de otro tipo. Esta prohibición duró hasta el año 1887.

Las tarjetas con reproducciones de fotografías de las diferentes ciudades españolas, no se empiezan a publicar hasta el año 1892. Es muy difícil encontrar tarjetas anteriores al año 1900. La tarjeta más antigua de Béjar, puesta en circulación, es del año 1902 (basándome en una colección cartofílica de Béjar y Candelario, formada por un millar de tarjetas y que es parte de una colección particular relacionada con Béjar), editada por Hijo de Daniel R. Arias y fotografía de Laurent. Don Juan Manuel Hernández, en el año 1904, en la imprenta de Vda. de Aguilar de Béjar, imprime tarjetas con dibujos de la ciudad de París y de la Sagrada Familia.

Prácticamente son los mismos fotógrafos y editores los que realizan las tarjetas postales de Béjar y Candelario. Además, en las tarjetas de las dos poblaciones, se comparten la Sierra y la campiña.














Tarjeta postal ilustrada de 1902

Hasta el año 1905, en las tarjetas postales ilustradas se utiliza todo el reverso para escribir la dirección y el texto se escribe en el anverso, en los huecos o claros que dejan las ilustraciones. En dicho año, la Unión Postal Universal, dicta la norma para que el reverso se divida en dos partes, la izquierda para el texto y la derecha para la dirección, tal como las utilizadas en la actualidad.

Hablar de tarjetas postales y no tener un recuerdo a quienes las pensaron y elaboraron, sería – sin lugar a dudas – injusto; así pues, a don Bienvenido Castro Galván, a don Luis Cabrera, a don Gonzalo Gil, a los señores Requena (con cerca de doscientas tarjetas antiguas de Béjar), al señor Montagut y a tantos otros fotógrafos que se pasearon con sus cámaras por Béjar, les tengo que dar las gracias, modestamente, por haberme permitido contemplar los más bellos retazos de la Ciudad que no pude conocer.

Las tarjetas postales ilustradas, prácticamente desde su inicio, se benefician de las técnicas creativas utilizadas por los fotógrafos, una de ellas, era darlas los diferentes colores que carecían. Se las denominan tarjetas “coloreadas” o “iluminadas”, en las que utilizan un proceso tipográfico o directamente acuarelas o anilinas. En ocasiones, los colores difieren de la realidad, llegando a pintar las aguas de nuestro Cuerpo de Hombre, con color verde.

Las tarjetas postales antiguas (en blanco y negro) de Béjar, las editan: Daniel R. Arias (la más antigua, circulada, es de 1902); Pañerías Béjar; Bienvenido (1926); Librería Calvo (1940); Fabril Militar; A. García Galindo (1921); M. Gómez (1918); Fábrica de Paños Gómez Rodulfo Yagüe, Remigio Gosálvez Rodríguez (1915); Juan Manuel Hernández, Casa Junquera (1916); Montagut (1954); Requena (1908) y Librería Sacho (1954) de Béjar; F. Sánchez de Candelario; Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Salamanca; Duero de Zamora; Castañeira, Álvarez y Levenfeld (1917) y Mateu de Madrid; J. Mumbrú, Rieusset y Thomas de Barcelona; Alarde de Oviedo; Patronato Nacional Antituberculoso. Arribas (1951). Flores... Se indican los años en los que empezaron a circular, siempre utilizando como referencia las tarjetas pertenecientes a la Colección mencionada.

Editan tarjetas postales antiguas de Candelario: Daniel R. Arias, A. García Galindo, Casa Junquera, M. Blázquez, Montagut y Requena de Béjar; Hotel Chisti, Miguel M. Planas y F. Sánchez de Candelario; Castañeira, Álvarez y Levenfeld de Madrid; J. Mumbrú, Rieusset y Thomas de Barcelona...

Por el año 1940, empiezan a circular las primeras tarjetas en blanco y negro realizadas en papel fotográfico, conocidas como “tarjetas de brillo”.

De Béjar, como de otros lugares de España, se publican diferentes series encuadernadas, formando un carnet o álbum, en el que la primeras tarjetas forman una vista panorámica de la Ciudad. Requena los confecciona en la imprenta de M. Hernández y en Rieusset de Barcelona. Bienvenido, que tenía su estudio en la Puerta del Sol de Béjar, realiza las fotografías para don Carlos Calvo, propietario de una sastrería y una librería en la calle Mayor de Pardiñas. También este fotógrafo, edita un carnet postal en recuerdo de la peregrinación al Santuario de Ntra. Sra. del Castañar, en 1926. Requena produce un carnet de Candelario, en 1946.

La tarjeta postal moderna (a todo color), se remonta a los primeros años de la década de 1950. La más antigua circulada, que he encontrado de nuestra Ciudad, es del año 1964. Entre otros, son trabajos de los fotógrafos: Aparicio (1976), R. F. Gorzo (1986) y Montagut. Y de las editoriales: Comercial, Distribuciones y Editorial Studio (1970), Imprenta Hontiveros, Studio Montagut (1982), Textil Navazo (1980) de Béjar; Arca de Noé y Luis Hernández de Candelario; Escudo de Oro, A.G.N. Fábregas (1964) y Fardi de Barcelona; Fiter (1966) de Gerona; Foto Relisa de Madrid; Grafinsa de Palma de Mallorca; Pergamino, Vista Crom (1973), Artfi (1968), Distrex...

Es curiosa una tarjeta postal moderna, en la que se deleitan en preparar un suculento calderillo bejarano en la Fuente del Lobo, al estar positivada al revés.

 

 
Las tarjetas se utilizan también como soporte publicitario de una fábrica textil (don Antonio Gosálvez e Hijos) y de un establecimiento comercial (ferretería de Hijo de Daniel R. Arias). Para informar del cierre vacacional de una industria (don Esteban Gutiérrez). Para felicitar el año nuevo (Textil Selecta). Para felicitar las fiestas y desear un buen viaje (incluyendo la receta del calderillo bejarano)... Y con un fragmento de la poesía que Gabriel y Galán dedica al Castañar (Santuario de Ntra. Sra. del Castañar).

La tarjeta postal ilustrada, es un testimonio importante para poder apreciar el desarrollo de los lugares más representativos de nuestras ciudades en los últimos cien años. De Béjar, nos muestran vistas parciales, la cuenca fabril, la estación del ferrocarril, el Bosque, el Castañar...
Existen tarjetas realizadas con montajes fotográficos, como la ejecutada por Requena en 1956, con la imagen de la Virgen del Castañar y el santuario, entre varios castaños. También Pañerías Béjar hace una serie de tarjetas, incluyendo en cada una de ellas, varias vistas de Béjar y Candelario.

La Casa Junquera, en una tarjeta de la década de 1910, nos ubica en la Sierra, el Pantano de Navamuño. En otra del año 1940, encontramos al matrimonio Requena junto a la Laguna Grande del Trampal. También apreciamos la evolución de una parte de la Ciudad, en una serie de fotografías enmarcadas con diferentes galerías orientadas al mediodía.

Existen tarjetas antiguas de la muralla, en particular de la puerta del Pico, que se encuentra tapiada; de la puerta de San Pedro o de San Antón y de la legendaria puerta de la Traición, con el consumero descansando junto a su garita.

También de la iglesia de Santiago (Nuestra Señora de la Antigua), con una construcción añadida, una fuente y la entrada a un cementerio. Y subiendo por las enrolladas calles, encontramos tarjetas de una fachada, con tres líneas de canes y una antigua puerta de madera; de la Plaza Mayor de Maldonado con mercados y ferias; de los escaparates de una afamada ferretería, de mujeres del vecindario cogiendo agua en una fuente situada en el centro de la plaza de la Piedad y del edificio del Ayuntamiento junto a la iglesia de San Gil.
En las antiguas tarjetas de la Plaza de España, la ornamentación refleja y soporta, las diferentes épocas por las que transcurre la Ciudad. Pasa por tener en su centro, una torre con un reloj y su correspondiente campanil (durante su ejecución, don Alfonso XIII le calificó de “feo estorbo”); diferentes báculos con una, dos y cinco lámparas, este último, rodeado de un jardín; una fuente luminosa, etc., etc. También nos recuerdan: El almacén de coloniales, el parador y la entrada al parque municipal con su hermosa verja. (¿Ande andará?).

Y de Béjar al Castañar y... Hay tarjetas en la que se ve el inicio del arbolado camino al Castañar, una pequeña casa con su primer piso construido con maderas; la Colonia Madrileña; el monumento al Sagrado Corazón de Jesús; la entrada a la Fuente del Lobo, calificado de sitio delicioso; la Virgen del Castañar, la ermita con una pequeña espadaña con dos campanas, la casa del ermitaño y procesiones por los alrededores.

En la actualidad, en el ascenso de Béjar al Castañar, una placa con una inscripción conmemorativa sale al encuentro, (probablemente necesaria en el ámbito burócrata y muy de moda también en la Villa y Corte, que como hongos, aparece en todas y cada una de las obras recientemente inauguradas) y que se podía acompañar con otras de diversa índole, que con indicaciones del paraje o con versos referentes al Monte, sirvieran para poder descansar tanto el cuerpo como el espíritu.

En las próximas tarjetas postales ilustradas aparecerán las instalaciones de la estación invernal de la Covatilla, el Museo Judío, el Museo Textil...

BÉJAR EN MADRID. Tarjeta postal ilustrada de Béjar. Publicado el 26 de abril de 2002. JAM-BÉJAR.

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